En 2012 se cumplieron 150 años de la fundación de Nueva Helvecia - Colonia Suiza, en el departamento de Colonia, por inmigrantes europeos, y se realizaron múltiples celebraciones. Enmarcado en estos festejos tuvo lugar el homenaje al suizo Abram Felix, uno de los primeros pobladores de la zona y queseros del país, organizado por sus numerosos descendientes. El evento se realizó el domingo en el Club Esparta, de Colonia Valdense, en un ambiente familiar y distendido. No faltaron los tradicionales bailes suizos y se presentó un libro sobre la historia de los valdenses y los suizos y la inmigración de Abram Felix.
Para participar del evento bastaba con ser descendiente de la familia Felix y pagar un ticket de 300 pesos por persona, que incluía el almuerzo y el espectáculo. “Calculamos unos 250 tickets” comentó unos días antes Ivonne Rivoir, integrante de la comisión organizadora. Sin embargo, “se vendieron más de 270” aventuró otro integrante de la comisión. El espacioso salón del Club Esparta estaba lleno de uruguayos procedentes de diferentes partes del país y algunos pocos argentinos. “Venir hoy acá fue un sentimiento muy profundo”, afirmó Margarita, que había llegado a Uruguay desde el vecino país.
![]() |
*Imagen tomada del libro
La hermandad entre valdenses
y suizos. Un anhelo hecho realidad.
La inmigración de Abram Felix.
|
El salón estaba organizado en mesas de once comensales, sin lugares asignados, por lo cual cada familia se ubicó acorde a sus preferencias. La jornada comenzó con las palabras de bienvenida de una de las organizadoras del evento, la señora Leticia Bomio. A continuación una pastora invitada realizó la lectura del evangelio e hizo especial énfasis en la importancia del evento como una “posibilidad de hacer puente entre las distintas generaciones”. La asistencia, que estaba compuesta en su mayoría por adultos mayores acompañados de sus hijos y algún nieto o sobrino más joven, aplaudió estas palabras.
El almuerzo fue sencillo, bien servido y muy rápido, lo cual permitió seguir con la próxima actividad en la lista de los organizadores: completar el árbol genealógico. En una de las paredes de la entrada del salón colgaba un gran dibujo del árbol familiar y sobre una mesa habían cartulinas de diferentes colores, recortadas en forma de hojas. “Consideramos importante conocer a los parientes de las distintas ramas de los Felix”, dijo Leticia Bomio, instando a los invitados a completar con sus nombres una de las hojas y pegarla en la rama correspondiente a cada uno de los hijos de Abram Felix y Juana María Cardinaux.
El almuerzo fue sencillo, bien servido y muy rápido, lo cual permitió seguir con la próxima actividad en la lista de los organizadores: completar el árbol genealógico. En una de las paredes de la entrada del salón colgaba un gran dibujo del árbol familiar y sobre una mesa habían cartulinas de diferentes colores, recortadas en forma de hojas. “Consideramos importante conocer a los parientes de las distintas ramas de los Felix”, dijo Leticia Bomio, instando a los invitados a completar con sus nombres una de las hojas y pegarla en la rama correspondiente a cada uno de los hijos de Abram Felix y Juana María Cardinaux.
El bullicio provocado por esta actividad sólo se vio aplacado cuando la alcaldesa de Nueva Helvecia, María de Lima, inició un discurso sobre la necesidad de “recuperar las identidades de la colonia suiza”. Mencionó también la petición realizada a principios del 2012, de colocar el nombre de Abram Felix a una calle en Nueva Helvecia y explicó que la resolución “está en los últimos pasos” y “en los próximos meses estará definida cuál será”.
Siguió la presentación del libro La hermandad entre valdenses y suizos. Un anhelo hecho realidad. La inmigración de Abram Felix, declarado de interés departamental por la Intendencia de Colonia. Fue realizada por sus autores Belkis Tourn Bonjour y Jorge D. Malan Vigna. El libro trata sobre “dos pueblos hermanados en Europa que se encuentran en esta región” dijo Belkis Tourn Bonjour, y agregó que realizarlo les “insumió una tarea de investigación de más o menos dos años”.
Sobre el término de la jornada se cantó el conocido Feliz cumpleaños dedicado a Abram Felix y los organizadores del festejo soplaron las velas, que fueron encendidas junto a una gran torta con el dibujo del escudo del Cantón de Vaud. El final tuvo un cierre memorable, cuando el grupo de danza típica suiza, alemana y tirolesa Alpenveilchen, traducido al castellano como Violeta de los Alpes, irrumpió en el salón al ritmo de la música tradicional suiza y deleitó a grandes y chicos con sus danzas y piruetas.
1 comentario:
Hola! Muy buen artículo! Quería ver si es posible conseguir el libro. Donde sería?
Publicar un comentario